Los castañicultores de la provincia de Huelva, agrupados en la Plataforma Onubense de Defensa del Castañar (PODC) han afirmado este martes que «no pueden esperar por más tiempo las respuestas que necesita el sector» tras indicar que el castañar de la Sierra onubense atraviesa una «grave crisis de supervivencia, acrecentada por el cambio climático o por prácticas culturales poco sostenibles». Además, critican que «son necesarios recursos económicos específicos para medidas acordadas pero que aún no cuentan con los presupuestos necesarios».
En una nota de prensa, los portavoces de la plataforma han realizado un balance del trabajo desarrollado durante los últimos años y su valoración es «francamente negativa». Así, han señalado que la última legislatura socialista al frente de la Junta de Andalucía «coincidió con la elaboración de un Plan Estratégico del Castañar de Andalucía que no llegó a tener virtualidad práctica» y que «el cambio de gobierno quedó afectado por la pandemia de la Covid y tocó esperar».
Ante la necesidad de generar un criterio y una voz común en la comarca, en noviembre de 2021 el sector creó la Plataforma Onubense de Defensa del Castañar, integrada por organizaciones agrarias, cooperativas, asociaciones empresariales, forestales y medioambientales de la comarca y representativas del sector del castañar. En febrero de 2022 se inició, a petición de la administración, la elaboración de un documento técnico para la mejora del castañar en la comarca, denominado ‘Directrices Estratégicas del Castañar en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche’.
Al respecto, han lamentado que «finalizaron los trabajos y pasaron los meses, hubo presupuestos y la PODC no recibió respuesta de la Junta sobre las actuaciones propuestas», de forma que «entretanto, cambiaron las estructuras administrativas, separándose las Consejerías de Agricultura y Sostenibilidad de la Junta, y, pasado un tiempo, al preguntar a la Secretaría General de Agricultura por los planes que tenía sobre el castañar, la Plataforma quedó asombrada de que los nuevos rectores no conocieran las Directrices Estratégicas, teniendo que empezar casi de cero, otra vez».
De este modo, se continuaron los trabajos y «el fruto fue un documento consensuado con el sector, para trabajar en medidas prioritarias para la mejora del castañar, a poner en marcha en octubre de 2023».
«Pero hasta la fecha se han inaugurado solo dos grupos de trabajo sobre algunas de las acciones que, sin embargo, seguimos sin concretar, y nos encontramos con la falta de recursos personales por parte de la administración para llevar la interlocución con el sector y para concretar las actuaciones», han lamentado antes de añadir que la última reunión mantenida con la administración fue «incomprensible y decepcionante, con algunas dosis de rubor por las excusas que manifestaron ante la falta de concreción y avances».
La plataforma considera que la administración «parece desbordada, que no tiene capacidad, o simplemente no quiere abordar este proceso de gobernanza con celeridad», y se preguntan «si es esto lo que nos merecemos por nuestro esfuerzo durante generaciones, por mantener un ecosistema singular y de gran valor ecológico y ecosistémico en un espacio natural protegido».
Los castañicultores han destacado que «hay iniciativas que son competencia de las administraciones públicas, como generar un sistema de alertas fitosanitarias e incluir las plagas del castañar en la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), la cual hasta ahora no presta servicio al sector; o investigar las cepas presentes de enfermedades como la del chancro y aplicar las soluciones; o la necesaria puesta en marcha de proyectos de investigación orientados al sector por parte del Ifapa (Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica)».
PETICIONES
Otra de las peticiones que han realizado es que «se determine que el castañar es elegible tanto en su aspecto agrícola como en el forestal en los regímenes de ayudas de las Consejería de Agricultura y de Sostenibilidad, dada su dualidad como cultivo productivo y de ecosistema natural, porque hasta ahora hemos quedado fuera por la falta de atención de los que elaboran las bases».
«Todas estas actuaciones requieren recursos, humanos y económicos, que de momento no han sido asignados, lo que hace pensar a los agricultores onubenses que invertir en este patrimonio natural para hacerlo más resiliente no está en la agenda política», han señalado.
El resumen de la PODC es que «de todo lo que está planteado hacer en las medidas prioritarias, tras seis meses de declarar su urgencia, hay poco hecho y/o presupuestado, salvo la previsión de una campaña contra el hurto de la castaña en la comarca, y el desarrollo de unas pruebas de pelado de castañas», aspectos que «son necesarios», que «agradecen y apoyan», pero que consideran «del todo insuficientes».
Por todo ello, han puesto a Galicia como ejemplo de que «se pueden hacer las cosas de otra forma y con otro ritmo más rápido», señalando que la Xunta «tiene en vigor una Orden de ayudas específicas para el Castañar que les aporta más derechos y más recursos finalistas que a nosotros, por lo que no podemos competir en igualdad de condiciones» y proponen estudiar esa normativa para el caso andaluz y «reconocer el valor ecosistémico del castañar serrano, máxime en un Parque Natural cuyo símbolo es el castañar».
Asimismo, han lamentado que «ya se han perdido o abandonado más de 1.700 hectáreas en los últimos diez años por la falta de atención y ayuda al sector, con el consiguiente agravamiento del peligro de incendios y la pérdida de elementos culturales y económicos que supone».